viernes 13 de julio de 2012

Discurso Ministra Catalina Parot

“Hoy quiero expresar unas palabras. La primera de ellas es que me parece muy importante lo que estamos viviendo, porque queda claro que no solamente se nace libre e iguales en dignidad y derecho. Toda persona tiene la posibilidad de desarrollar su vida libre e igual en dignidad y derecho. Porque la vida es un milagro, la vida dura poco y la vida es un milagro personal. Nadie puede, nadie tiene el derecho a decirle a otro como la debe y la puede vivir. Cada uno tiene que desarrollar su propio proyecto personal.

Yo quiero dar mi testimonio porque a mí también me ha costado, tengo una secuela de poliomelitis desde los seis meses de edad y no ha sido fácil. Sé el dolor que produce la discriminación. No pretendo ser representante de todos los dolores, me hago cargo solamente de los míos. Siempre tuve un llamado a servir a mi país y quiero agradecer muy especialmente la posibilidad que me dio el Presidente Piñera, que a pesar de mis bastones y mi discapacidad, me llamó a formar parte de su gabinete. He tenido la posibilidad de conocer este maravilloso país y de transmitirle a muchos chilenos que sufren por la pobreza, que sufren la discriminación, fuerza, valor y decirles que se puede, que se puede si uno tiene confianza en sí mismo, amor por sí mismo, amor por su vida y si encuentra una mano como la que yo encontré que le permite desarrollar su sueño como persona.

Sé que el Presidente cuando me llamó sabía que me iba a comprometer con el país, pero me llamó también como un símbolo y agradezco ser ese símbolo porque todos los días cuando me levanto bien temprano y de repente bien cansada, digo no!, Hoy día nuevamente tengo que luchar porque sé que hay otros que me están mirando y porque sé que represento la sociedad que el Presidente y muchos chilenos quieren que Chile sea en el futuro. Quiero agradecer a todos los parlamentarios, a todos quienes están hoy día en esta sala porque soy una convencida de que mañana Chile va a ser un país mejor, porque vamos a comprender que la diferencia no debe asustarnos. La diferencia nos enriquece, la diferencia es esencial para que seamos realmente humanos. No seríamos humanos si fuéramos todos iguales, seríamos máquinas. Yo agradezco la diferencia. ¡Vivo la diferencia, me siento orgullosa de mi diferencia!”.