¿Quién es Juan Enrique Pi?

Juan Enrique Pi. Juanen, Juanes, Juanito y todo derivado de Juan. 33 años. Abogado. Presidente ejecutivo de Fundación Iguales. Santiago de Chile.

 

¿Por qué estás en Iguales?

Me motivaron (y me siguen motivando) las tremendas injusticias que sufren las personas de la diversidad sexual y de género en Chile. La discriminación es un fenómeno dinámico, que siempre está cambiando y generando nuevas injusticias en distintos ámbitos. Hemos avanzado mucho en estos seis años desde que existe Fundación Iguales. Sin embargo, se siguen destapando nuevas desigualdades que sufren distintas personas solo por el hecho de ser lesbianas, gais, bisexuales, trans o intersex. Ante esto, uno no puede quedarse en casa. Uno debe ser parte de la solución.

 

¿Con qué país sueñas?

Sueño con un país donde todas las personas tengan la posibilidad de ejercer los mismos derechos con libertad y seguridad. No se trata solo del reconocimiento de derechos, sino también de poder vivir tranquilos, sabiendo que nadie va a discriminarnos o agredirnos por nuestra orientación sexual o nuestra identidad de género. Junto con el reconocimiento de nuestros derechos, debe ir una educación integral en diversidad y derechos humanos, que permita a todos y todas, sin distinción, desarrollarse en la sociedad.
Si te tuvieras que definir, ¿qué dirías de ti?

Soy muy amigo de mis amigos/as, y muy de familia. Me encanta estar con la gente que quiero, reírme con ellos/as, hacer panoramas. Me encanta caminar, aprovecho ese espacio para pensar y escuchar música. Leo libros, ensayos y documentos relativos a derechos humanos, derechos indígenas, discriminación, etc., aunque también me gusta mucho leer historia.

 

¿Cuál es la prioridad de Iguales en este momento y sobre todo este año de elecciones y definiciones para los próximos años?

Una de las prioridades está en el avance legislativo de los proyectos de ley que tenemos presentados: ley de identidad de género, matrimonio igualitario y derechos filiativos. Asimismo, tenemos que seguir transmitiendo a la ciudadanía la importancia de que estos cambios no tarden en llegar, pues afectan directamente la vida de las personas, debilitan las familias e impiden a las personas desarrollar en igualdad de condiciones y libremente su identidad. Tenemos que ser capaces de llegar a más personas con este mensaje de diversidad y respeto a los derechos humanos, para así poder convertirnos más temprano que tarde en una sociedad justa, donde todos podamos vivir dignamente.