Señor director:

Como Fundación Iguales vemos con preocupación que el gobierno venezolano

amenace con el traslado del activista en favor de los derechos de la comunidad

LGBTI y diputado suplente del estado de Táchira, Rosmit Mantilla, a una cárcel

común. Esta amenaza constituye un peligro inminente para su integridad y,

además, se suma a otros antecedentes que dejan al descubierto la falta de

cumplimiento de las garantías mínimas de las personas.

No olvidemos que Mantilla es un incansable defensor de los derechos de la

diversidad sexual y fundador de del primer movimiento en favor de esta causa en

Venezuela: Pro Inclusión y quien fue detenido el 2 de mayo de 2014, acusado de

financiar protestas contra la autoridad, en un proceso irregular que carecía de

fundamentos y por lo que hoy estamos frente a una detención política.

Luego de una detención ilegal, ahora nos enfrentamos con una sanción que puede

poner en peligro la vida de Mantilla: el traslado a una cárcel común. Esta

preocupación no es sólo nuestra, sino que el defensor del pueblo de esa nación,

Tarek William, recomendó que el traslado –que debería concretarse en los

próximos días– no se materialice: «Dichas peticiones las realizamos en el marco

de nuestras competencias como Instituto Nacional de Derechos Humanos en

Venezuela», escribió a través de su cuenta de Twitter.

Llamamos al gobierno de Chile a no quedar ajeno a esta realidad. A pronunciarse

y pedir la liberación de Mantilla.

Luis Larrain,

Presidente ejecutivo de Fundación Iguales.

Esta carta fue publicada hoy en El Mercurio.