Sr Director:
En la carta firmada por Sr. Erick Jiménez, Coordinador Regional de Confamilia, y publicada en este medio el día 1 de septiembre del presente año, se cometen demasiados errores conceptuales que es importante puntualizar.
En primera medida: no se trata de “matrimonio homosexual” sino de matrimonio igualitario: no se busca hacer otra institución, sino que democratizar el acceso a la ya existente.
Hoy el matrimonio es el único derecho civil al que no se puede acceder por motivos de orientación sexual, lo que constituye llanamente una discriminación arbitraria.
En segundo lugar, cuando se habla de que el Gobierno y las «minorías sexuales» están tratando de imponer un modelo de familia se busca asustar con mentiras: el matrimonio igualitario amplía derechos sin quitarle nada a nadie. Es decir, busca que los niños, niñas y adolescentes hijos/as de familias con dos madres o dos padres, puedan ser reconocidos legalmente y, con ello, fortalecerse como familia.
Tercero, en un Estado laico, como es el caso de Chile desde el año 1925, las argumentaciones religiosas deben supeditarse al derecho. Sobre todo, cuando éstas se usan para menoscabar la dignidad de otros tipos de familia.
Sumarse apoyando el matrimonio igualitario es sumarse a la historia de conquistas sociales, como lo fue en algún momento el voto femenino, el divorcio, igualar los derechos de niños nacidos dentro y fuera del matrimonio.
Alex Contreras
Vicecoordinador de Iguales Biobío.
Lee esta carta en La Discusión.