La última vez que el abogado estadounidense Anthony Romero había estado en Chile fue hace seis años. Esta semana, el director ejecutivo de la Unión Americana de Libertades Civiles (Aclu) regresó al país y dijo estar sorprendido del avance que el debate sobre diversidad sexual ha tenido en Chile.
“No me hubiese imaginado, en este tiempo, que el tema gay se discutiría en las elecciones y en los medios de comunicación, o que estuviera reconociéndose como un tema importante, no sólo en Chile, sino también en la región”, afirma.
El experto en diversidad sexual -quien participó ayer en el seminario “¿Tiene límites la igualdad?”, organizado por la Fundación Iguales y la UDP- adelantó las temáticas que podrían comenzar a debatirse en Chile, a nivel legislativo, tras la promulgación de la Ley Antidiscriminación.
“Cuáles son los límites en el discurso de la igualdad es un tema que se está viendo en mi país y acá también: hasta qué punto uno puede promover los derechos de un grupo, si es que están en confrontación con los de otro. Lo más importante es poder identificar la diferencia entre creencias privadas y políticas públicas”, sostiene Romero, quien abordó esta problemática en el seminario realizado en la U. Diego Portales, el cual, además, contó con la participación del ministro de Educación, Harald Beyer; el rector de la UDP, Carlos Peña, y el presidente de la Fundación Iguales, Pablo Simonetti.
Romero recalca que esta discusión se produce, en particular, en el debate sobre matrimonios entre personas del mismo sexo: “(Los mandatarios) tienen que acordarse que los gobiernos son para todas las personas. La Iglesia Católica es para los católicos, lo mismo que las evangélicas, pero el gobierno de Chile es para todos los chilenos”.
Ley Antidiscriminación
Acerca de la iniciativa en contra de la discriminación promulgada este año, afirma que “es un buen sitio para empezar, pero lo importante es no estar conformes con una ley nada más. La protección de los derechos básicos no es algo estático. Lo que me da mucha esperanza es que cualquier país se esté dedicando al proceso democrático, la expansión de derechos viene inevitablemente”.
Respecto del proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja, que permanece en discusión en el Congreso hace más de un año, Romero señala que “cuando se reconocen los contratos en las parejas gays, es un progreso, es un paso”. Recalca que, más allá de la promulgación de leyes, se requiere que los gobiernos “den fuerza” a estas normativas, a través de la fiscalización.
“Si no le dan la fuerza para que tenga el efecto que se espera, eso atrae cinismo al proceso político”, y se corre el riesgo de que la ley quede en letra muerta, enfatiza.
Fotografía: Christian Iglesias
Fuente: La Tercera