Señor director,
El Senado ha iniciado la discusión sobre el proyecto de ley de matrimonio igualitario que el Gobierno ingresó al Congreso en septiembre pasado. Con este hito hemos iniciado la recta final hacia la plena igualdad de las familias constituidas por parejas del mismo sexo. Lo dijimos cuando se firmó el proyecto de ley: este es un punto de no retorno en el reconocimiento de derechos para las personas lesbianas, gay y bisexuales en Chile.
Lo cierto es que las mayorías de ambas Cámaras del Congreso, a partir del 11 de marzo de 2018, estarán a favor del matrimonio igualitario; y que las encuestas muestran, hace años, un creciente y sostenido apoyo ciudadano sobre la materia. ¿Qué falta entonces para aprobar de una vez este proyecto de ley, y terminar con una discriminación estructural tan absurda? Falta conocer la voluntad política del próximo gobierno, que podrá permitir que el proyecto siga su tramitación, incluso priorizándolo con urgencias legislativas, o podrá bloquear su avance.
Las candidaturas presidenciales que pasaron a segunda vuelta deben transparentar esa posición, pues tal como en 2014 con la unión civil, este proyecto cuenta con apoyos transversales para ser aprobado en los primeros años del próximo gobierno.
Juan Enrique Pi
Presidente ejecutivo Fundación Iguales
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