domingo 20 de mayo de 2012
Señor Director:
En su carta de ayer, Juan de Dios Vial recurre a Platón y la Biblia para argumentar en favor de la superioridad ontológica del amor heterosexual.
Respecto de Platón en particular, soslaya el aporte de un número importante de expertos que ven en el Banquete y en el Fedro una defensa del amor homosexual, tornándolo tan válido como el heterosexual en la búsqueda de la forma más alta del amor, aquella que permite el crecimiento mutuo en la virtud y el conocimiento. Es cierto que hay otros intérpretes que consideran que en las Leyes y la República se condena la institucionalización de la homosexualidad. En lo que no hay controversia es que para los griegos la atracción erótica a partir de la belleza era neutra respecto del género. Al pasar por alto estas miradas, Vial llega a conclusiones sobre la importancia de la procreación en el amor que son propias, y no platónicas.
Tanto Platón como los autores de los libros bíblicos escribieron inmersos en un contexto cultural que inclinó hacia la desigualdad sus disquisiciones en torno a temas como el amor, el sexo, el derecho a la vida y la mujer. Justificaron el infanticidio, la esclavitud y la subordinación femenina. ¿Qué sería de la mujer hoy si para definir su lugar en el matrimonio y la sociedad nos remitiéramos a Platón y los textos bíblicos? ¿Es prudente usar el orden cultural de esos pueblos como modelo para el nuestro?
El infanticidio está penalizado y la esclavitud abolida. Las mujeres ya no son propiedad de nadie. Estos ejemplos sustentan lo que para Vial es inexplicable: la nueva posición de Obama. La sociedad occidental ha evolucionado precisamente porque algunos se han atrevido a cuestionar, desde la lucidez que les da su tiempo, las fuentes fundamentales de nuestra cultura.
Pablo Simonetti
Presidente Fundación =Iguales
Para leer la carta de Juan de Dios Vial, a la que responde Pablo Simonetti, pincha acá.