A propósito del brutal ataque sufrido por Martina Infante este fin de semana, revivimos la columna de Valentina Verbal donde nos explica la difícil situación que viven las mujeres trasnsexuales en un sociedad discriminadora.
Uno de los temas candentes del debate público actual es el de la regulación legal (unión civil o matrimonio) de las parejas homosexuales. Y, si bien esta causa es del todo justa, necesario es poner sobre la mesa que la diversidad sexual no se reduce sólo a homosexuales. También existen las personas transexuales que sufren una discriminación mayor aún y que tienen demandas legislativas y de políticas públicas específicas.
Ojalá esta líneas sirvan para poner en el tapete una realidad que, en el debate actual, se está dejando de lado. Si digo esto es porque he sido parte de este círculo: soy una persona transexual que ha debido saltar muchas vallas. Y, aunque no he me visto forzada a ejercer la prostitución, porque he tenido mayores oportunidades en la vida, por mis compañeras de la calle hablo. Sé, porque a muchas de ellas las conozco, que no ejercen el comercio sexual por puro gusto: lo hacen porque no les dan trabajo en casi ninguna parte. Curiosamente, algunos de los que nos les dan trabajo de día, son los mismos que de noche las van a buscar. ¿Qué es esto? Otro ejemplo más de nuestra hipocresía chilensis. Ya es hora de que avancemos hacia una sociedad inclusiva para todos y todas.