El documento que se dio a conocer esta noche, a través de un medio de comunicación, está firmado por el Comandante en Jefe de la I División de Ejército, Cristián Chaetau Magalhaes
Fechado el 20 de febrero de 2012 en Antofagasta y firmado por el comandante en Jefe de la I División de Ejército, Cristián Chateau Magalhaes, el documento entrega disposiciones generales para el proceso de selección de contingente. Entre ellas, menciona que se deberá tener especial preocupación en el reclutamiento de los “ciudadanos más idóneos moral e intelectualmente capacitados, debiendo excluir aquellos que presenten problemas de salud física, mental, socioeconómica, delictuales, consumidores de drogas, homosexuales, objetores de conciencia y testigos de Jehová”.
Este instructivo perpetúa la criminalización y patologización que ha sufrido históricamente la diversidad sexual, pero no solo discrimina por orientación sexual, sino también por situación socioeconómica y credo religioso. Tal como ordena la Ley Antidiscriminación, los organismos estatales tienen la obligación de desarrollar políticas públicas para combatir la discriminación. La primera política que debe emprender el Ejército es limpiar sus procedimientos e instructivos de cualquier vestigio de discriminación arbitraria, capacitar a su personal en la protección de los derechos humanos y en la comprensión de la diversidad como fuente de riqueza y no como un peligro.
Condenamos también los actos de hostigamiento que ha sufrido un miembro de esa división, pues constituyen una amenaza y una perturbación de sus derechos fundamentales. La acción judicial que contempla la ley recientemente aprobada tiene en cuenta este tipo de actos y podría utilizarse cuando una persona se vea privada de su posibilidad de pertenecer al Ejército, ya sea por su orientación sexual, su condición socioeconómica o su credo religioso.
Creemos que los chilenos y chilenas que están dispuestos a servir a su patria y que se hallan en buenas condiciones físicas y psicológicas, deberían tener la oportunidad de hacerlo, sin que los prejuicios se lo impidan.