La vida en comunidad en una sociedad abierta y global exige mayores reconocimientos de los otros. Es indudable que al enumerar, en particular, a algunos grupos de la sociedad existe el riesgo de que una ley como ésta termine concediéndoles un trato privilegiado en conflictos específicos, pero ese riesgo vale la pena correrlo en comunidades, como la nuestra, donde la aceptación del otro no ha sido históricamente fácil.

Harald Beyer, Subdirector del Centro de Estudios Públicos y Consejero de Fundación =Iguales

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