Durante esta tarde y después de cuatro años de tramitación, el proyecto de ley de identidad de género fue despachado del Senado, por lo que pasa a su segundo trámite constitucional.
Después de cuatro años de tramitación, 14 periodos de indicaciones, más de 260 indicaciones solo durante el último año y luego de tres días de votación en Sala, esta tarde el proyecto de ley de identidad de género fue despachado del Senado, pasando a segundo trámite constitucional.
La iniciativa, ingresada el 7 de mayo de 2013, busca reconocer el derecho a la identidad de las personas trans mediante la adecuación de sus documentos de identificación para que estos concuerden con su identidad de género. Con esto, se persigue evitar situaciones de discriminación contra esta comunidad y facilitar su acceso a educación, salud y trabajo.
El presidente ejecutivo de Fundación Iguales, Juan Enrique Pi, valoró que la iniciativa avanzara en su tramitación, pero lamentó algunos retrocesos que tuvo el espíritu del proyecto, tanto en la Comisión de Derechos Humanos donde, debido a una indicación presentada por el senador Andrés Allamand —votada a favor por Jacqueline van Rysselberghe, Manuel José Ossandón y Manuel Antonio Matta— se dejó a niños, niñas y adolescentes fuera de esta iniciativa; como a la votación de la Sala, donde se repuso la indicación que exige la presentación de una evaluación médica por parte de los/as solicitantes.
Ésta última fue presentada por el senador Ignacio Walker, rechazada en la Comisión de Derechos Humanos y repuesta por 12 votos a favor y siete en contra, en la Sala. Con ella, se le exigirá a los/as solicitantes la presentación de una evaluación médica con el objeto de determinar si “(él o ella) cuenta con las condiciones psicológicas y psiquiátricas necesarias para formular la solicitud”.
«Después de cuatro años estancada, la ley de identidad de género por fin pasa su primer trámite constitucional. Sin embargo, hoy es un proyecto incompleto, pues excluye a niños, niñas y adolescentes —sin duda los más vulnerables a la discriminación— y patologiza a las identidades trans con la exigencia de exámenes médicos. En este sentido, llamamos a los diputados a enmendar este proyecto de ley, y convertir la identidad de género en un derecho que se pueda ejercer dignamente», dijo Pi.
Además, es importante destacar que gracias a la votación en Sala se logró aprobar, por 17 votos a favor y 3 en contra que las solicitudes sean vistas por el Registro Civil, por 23 votos a favor y cero en contra, que las personas trans que estuvieran casadas puedan hacerlo ante los Tribunales de Familia y, por 12 votos a favor y 6 en contra, se rechazó que terceros —padres/madres, hijos/as y cónyuges— se puedan oponer al cambio de nombre y sexo registral.