Esta semana el Centro de Estudios para el Derecho y la Ética Aplicada (CEDAP-UC) en conjunto con la ONG ISFEM, organizaron el seminario «No Discriminación: sus Alcances en la Educación», cuyos expositores sostienen una lectura de la homosexualidad como una patología.
A raíz de ello, se han suscitado movilizaciones de grupos contra la discriminación, así como una polémica sobre la homosexualidad, de la que como psicólogos, académicos y docentes de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, no podemos dejar de participar, y por ello planteamos:
1. Nos parece relevante señalar que afortunadamente nuestra disciplina, la psicología y la psiquiatría han ido avanzando en su sofisticación diagnóstica, orientada al bienestar de las personas que tienen sufrimiento psíquico y/o relacional. Como parte de ese desarrollo, desde 1974 la homosexualidad y lesbianismo fueron eliminados de la categoría de trastornos psiquiátricos, de los referentes más relevantes del diagnóstico a nivel mundial, como el DSM (Manual de diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales). De allí en adelante, no solo resulta imposible asignar la categoría de patología, sino desarrollar una terapia reparatoria para una patología inexistente, que además a nivel internacional ha sido considerada como una práctica que atenta contra los derechos y el respeto a la identidad del consultante en psicoterapia.
2. Por lo anterior, no podemos sino rechazar el uso y abuso de nuestra disciplina, la psicología, y de la herramienta de la psicoterapia, para desarrollar prácticas discriminatorias, alejadas del consenso científico, del bienestar social y de los derechos de las personas. Nos parece imprescindible y un aporte académico y social, realizar actividades académicas que favorezcan el desarrollo de prácticas de buen trato, tolerancia y respeto a la diversidad, y por lo mismo, pensamos que actividades académicas que legitimen o faciliten prácticas discriminatorias son ajenas y reñidas con el espíritu de nuestra universidad.
3. Llamamos a respetar la diversidad de identidades y a rescatar la importancia del rigor científico en las actividades que se organicen al alero de la Universidad. Creemos en nuestra responsabilidad, como profesionales de ayuda al sufrimiento de las personas y como docentes universitarios, de apoyar acciones que mejoren nuestra convivencia social desde el aula universitaria.
Suscriben esta carta los siguientes académicos de la Escuela de Psicología de la P. Universidad Católica de Chile:
Marcela Aracena
Claudia Araya
Ana María Arón
Christian Berger
Claudia Cerfogli
Marcela Cornejo
Carlos Cornejo
Cristián Cortés
Diego Cosmelli
Patricio Cumsille
Pablo de Tezanos-Pinto
Paula Errázuriz
Chamarrita Farkas
Candice Fischer
Regina Funk
Valeska Grau
Eliana Guic
Andrés Haye
Andrea Jaramillo
Mariane Krause
Edmundo Kronmuller
María Rosa Lissi
Vladimir López
Jorge Manzi
María Loreto Martínez
Neva Milicic
Verónica Monrreal
Germán Morales
Marcia Olhaberry
Marcela Peña
David Preiss
Paula Repetto
Diana Rivera
Ricardo Rosas
María Pía Santelices
Judith Scharager
Christian Sebastián
Dariela Sharim
Katherine Strasser
María Paz Tagle
Nerea Aldunate
Sebastián Alomar
Carolina Altimir
Carolina Besoain
Juan Carlos Castillo
Enrique Chía
Juan Eduardo Cortés
Ana María Daskal
Camila del Solar
Ximena Faúndez
Alfredo Gaete
Gonzalo Gallardo
Jorge Gissi
Pablo González
Susana González
Ramiro González
Iván Grudechut
María de los Ángeles Herane
Bernardita Justiniano
María Consuelo Martínez
Sebastián Medeiros
Rodrigo Morales
Carmen Olivarí
Alejandro Reinoso
Catalina Santa Cruz
Macarena Silva
Sandy Taut
Marcela Tenorio
Alex Torres
Nelsón Valdés
Daniela Zajer
Claudio Zamorano
Santiago, octubre 2012