Señores Arzobispos y Obispos de las Iglesias cristianas de Chile:

Con desaliento hemos leído la carta que ustedes dirigieron a las autoridades del país a fin de evitar la aprobación de las leyes de acuerdo de vida en pareja y contra la discriminación que favorecerían a la diversidad sexual.

Nada nuevo dicen que pudiera sorprendernos, pero nos llama la atención que se hayan agrupado, pasando por sobre diferencias en otros ámbitos insalvables, sin más propósito que hacer el intento de mantener a las personas homosexuales en su actual situación de menoscabo.

Este ecumenismo exclusivamente negativo pone de manifiesto su obcecación y falta de caridad al reiterar el menosprecio beligerante hacia el anhelo natural y humano de las personas homosexuales de vivir en una sociedad abierta al amor, protectora del amor y promotora del amor.

En su carta, los homosexuales, y en particular los homosexuales cristianos, solo reciben censura, condena y mal reprimida animosidad; como si para ellos no hubiera pastores ni refugio. Porque en nuestro país las jerarquías eclesiásticas dicen abrir sus brazos sólo en el caso que quieran “suspender” o “cambiar” su orientación sexual.

Asimismo, nos decepciona ver que la suma de nuestros máximos pastores emita un documento airado, sombrío y ominoso, en el cual no faltan alusiones mañosas a ideales que todos compartimos, sin que se perciba el menor rastro de grandeza espiritual, de ética superior y de aquella insondable sabiduría amorosa propia de Dios.

Así es como las jerarquías de nuestras iglesias se revelan incapaces de mostrar magnanimidad, tolerancia, respeto, ni menos la altura intelectual y espiritual de las verdaderas autoridades morales. Ustedes, que debieran ser faros para el actuar moral de las personas en nuestro país, dejan a la vista su propia oscuridad y ofuscación.

Su carta evidencia además una discutible honestidad intelectual, como la de quienes no trepidan en manipular hechos, conceptos y argumentos en aras de fundar su rechazo, incurriendo en falacias y sofismas indignos de sus posiciones de poder. Algunos ejemplos:

1) Apelan a “profundas convicciones arraigadas en nuestro pueblo”, ignorando que los pueblos se han desprendido muchas veces de tradiciones nefastas, como la esclavitud, y que asimismo también hay en el pueblo tradiciones de solidaridad, hospitalidad, amor entre todos los miembros de la familia.

2) Llegan a decir que legislar “las uniones de hecho, especialmente entre personas del mismo sexo” implica “discriminaciones atentatorias” contra el matrimonio, lo que a todas luces es un error en grado de mentira.

3) Declaran que la ley es “una ordenación para todos”, cuando lo que su carta persigue es precisamente dejar a algunos fuera de la ley.

4) Dicen “respetar profundamente a quienes piensan de manera diversa”, pero acto seguido tachan de “ilegítimos” los intentos de legalizar las uniones gays.

5) Demandan enfáticamente que se siga discriminando a las personas por su “orientación sexual” ya que respetarlas dañaría “la libertad religiosa”, sin dar las razones para tal postura. En el fondo, exigen fuero para seguir discriminando.

6) Llaman “ambigua” esa misma clasificación de “orientación sexual”, no obstante ser estándar en ciencia y en derecho.

En fin, les pedimos que sean lo bastante sabios y buenos como para elevarse por encima de miedos y condenas, y que tengan el coraje suficiente para enfrentar con amor el presente y el futuro.

Rogamos a Dios para que los ilumine y abra sus corazones. Y que ilumine a nuestros legisladores y representantes públicos, a fin de que procedan sin otra mira que el bien general. Rogamos a Dios porque la familia sea cada vez más reconocida y protegida, en todas sus formas. Rogamos a Dios que el pueblo chileno, que es mayoritariamente cristiano, sepa serlo con más generosidad que lo exhibido por ustedes, pastores. Rogamos a Dios para que Chile sea ejemplo de progreso ético y de convivencia respetuosa e inclusiva, y jamás ejemplo de terca excepción al desarrollo de la humanidad.

Atentamente,

Comisión de Religiones

Fundación =Iguales

En la prensa:

Terra.cl