Señor Director,

La Superintendencia de Educación lanzó el viernes pasado una circular que busca proteger a niños, niñas y adolescentes trans en sus comunidades educativas.

Celebramos esta decisión, la que va en línea con lo que han dicho varias instituciones, de distintos poderes del Estado, en reconocimiento y protección a la identidad de género de niños, niñas y adolescentes. Así lo ha hecho la Corte Suprema, que obligó a una clínica de Santiago a respetar la identidad de género de una niña de 5 años; como también el Ministerio de Salud, que ordena tratar a las personas trans por su identidad social, sin distinción de edad; y la Municipalidad de Concepción a través de su ordenanza antidiscriminación. Todos estos ejemplos, junto a esta nueva circular,  están en concordancia con la ley antidiscriminación, la Constitución Política de la República, y la Convención de Derechos del Niño.

Defender la identidad de género de niños, niñas y adolescentes es una necesidad de primer orden, considerando que su propensión al suicidio es diez veces más alta que la de niños cisgénero -todos aquellos con concordancia entre su sexo biológico y su identidad de género- y que, de acuerdo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la expectativa de vida de las mujeres trans en América es de tan solo 35 años. Esperamos que este nuevo paso en el respeto a la identidad sirva de impulso para reponer a los niños, niñas y adolescentes en el proyecto de ley de identidad de género, y así les sigamos asegurando una vida libre de discriminación.

Juan Enrique Pi
Presidente ejecutivo
Fundación Iguales

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