Señor Director
Hemos recibido una noticia para celebrar: la primera sala de la Corte de Apelaciones de Santiago declaró admisible el recurso de protección presentado por abogados/as de Fundación Iguales en nombre de la familia de Attilio José, hijo de Emma de Ramón —integrante del directorio de Iguales— y Gigliola Di Giammarino, su conviviente civil, y que busca que el niño pueda ser reconocido por ambas madres.
Celebramos, aunque con un poco de tristeza al corroborar que en nuestro país aún se discrimina a niños, niñas y adolescentes en base a su estructura familiar. Como cuando se diferenciaba entre los derechos de los hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio, hoy niños como Attilio José se encuentran a la deriva respecto a derechos que suponemos garantizados.
No se explica que Emma y Gigliola al estar unidas civilmente sean reconocidas como una familia por parte del Estado, pero que el hijo nacido de esta unión no tenga un vínculo legal con ambas madres. No reconocer en plenitud a la familia de un niño, solo por motivo de la orientación sexual de sus madres, es una evidente vulneración a la igualdad ante la ley, que vuelve a dejar a nuestros niños y niñas en una situación de grave incertidumbre en sus relaciones familiares.
La fehaciente precariedad a la que están sometidas familias como la de Attilio José debiese resultarnos intolerable y ser un ineludible llamado a la acción para quienes creemos en un país con un mínimo de justicia para nuestros niños/as.
Isabel Amor
Directora de Educación
Fundación Iguales
Lee esta carta en El Mercurio.