Señor director,

Después de cinco largos años se aprobó la ley de identidad de género, un gran hito para las personas trans, la diversidad sexual y un Chile que avanza en inclusión, oportunidades y derechos humanos.

A través de esta ley, por fin el Estado chileno reconoce que las personas trans existimos, respeta nuestra identidad y nos da herramientas para desarrollar nuestro proyecto de vida con mayor libertad.

La empatía superó al miedo. Nuestras historias pudieron más que el poderoso lobby conservador y quedó demostrado, nuevamente, que nuestras diferencias son pequeñas cuando aprendemos a ponernos en el lugar del otro.

Estoy agradecida por ser parte de este momento y de este gran país que me dio la oportunidad de volver a nacer. Pero sobre todo me siento optimista, porque los cambios que ha tenido la sociedad chilena en esta década nos permiten mirar al futuro con esperanzas, e ilusionarnos con que pronto todos los ciudadanos de Chile seremos libres de ser y de amar.

Alessia Injoque
Directora Fundación Iguales

Puedes leer esta carta en La Tercera.