Señor director,

Luego de leer el extracto del texto “Orientaciones sobre la Familia y la Sexualidad”, publicado ayer en su diario, vale desmentir –nuevamente- los objetivos inexistentes del enemigo imaginario en boga: “la ideología de género”.

Es importante señalar que los supuestos elementos que se enuncian en el texto no los sostiene ninguna organización en Chile, y que no se están discutiendo en ningún proyecto de ley relativo a diversidad sexual o justicia de género. En ningún caso hemos negado la reciprocidad en el amor entre hombres y mujeres, sino que señalamos que también existimos mujeres que amamos a otras mujeres, y hombres que aman a otros hombres. Tampoco hemos dicho que la identidad sexual sea una decisión libre; por el contrario, hemos dicho que no la hemos elegido y nos es inherente, y por tanto, no puede ser motivo para negarnos derechos o excluirnos de ciertas instituciones civiles, como el matrimonio. Mucho menos hemos propuesto perseguir a quienes disientan con nosotros, como sí lo ha hecho la Iglesia Católica, en muchas ocasiones, en sus más de 2000 años de historia.

No hay en nuestras demandas ni una sola imposición a terceras personas respecto a la forma en que deben vivir su vida, pública o privada. Ante nuestra intención de democratizar las instituciones civiles de nuestro Estado laico, la Iglesia Católica ha preferido sumarse a la creación del enemigo imaginario llamado “ideología de género”, atribuyéndonos posiciones que jamás hemos sostenido. Ante esta nueva ofensiva, llamamos a la opinión pública a informarse sobre el verdadero contenido de los proyectos de ley que se discuten, y a no caer en caricaturas que solo entorpecen el debate democrático y respetuoso que debemos tener como sociedad.

 

Isabel Amor

Directora de Educación

Fundación Iguales

 

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