Ante el comienzo de la Olimpiada de Invierno firman una carta más de 200 escritores e intelectuales de todo el mundo contra las leyes anti-gay de Putin

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La edición número XXII de los Juegos Olímpicos de Invierno, cuya ceremonia de inauguración tendrá lugar hoy en la ciudad balneario rusa de Sochi, van a estar marcados indefectiblemente por las denuncias contra las leyes anti-gay adoptadas en Rusia el año pasado a instancias del presidente Vladímir Putin.

A las múltiples manifestaciones de solidaridad de los últimos días en apoyo de las lesbianas y homosexuales del país eslavo, a lo largo y ancho del planeta, se unió ayer la proclama lanzada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y una carta abierta firmada por más de 200 escritores e intelectuales de todo el mundo.

«Todos debemos alzar nuestras voces contra los ataques a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (…) debemos oponernos a los arrestos, encarcelamientos y restricciones discriminatorias que padecen», declaró ayer Ban en Sochi ante los asistentes a la sesión 126 del Comité Olímpico Internacional (COI). Según sus palabras, «el artículo 6 de la Carta Olímpica recoge el rechazo del COI a cualquier forma de discriminación». Es la primera vez que un secretario general de Naciones Unidas interviene ante la asamblea plenaria del Comité Olímpico Internacional.

En su alocución, pronunciada a continuación, el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, también dijo que el deporte «está por el respeto y contra la discriminación». Sin embargo, ninguno de los dos se refirió a la situación concreta de Rusia ni a las leyes que se promulgaron el año pasado, una contra la propaganda homosexual entre los menores y otra prohibiendo las adopciones a las parejas del mismo sexo.

Mientras, en el diario británico «The Guardian» aparecía una carta abierta suscrita por más de 200 literatos, entre ellos Salman Rushdie, Günter Grass y Jonathan Franzen, condenando la normativa rusa anti-gay y también una ley que castiga penalmente la difamación. Los firmantes urgen a las autoridades rusas a derogar tales leyes sin pérdida de tiempo. El pasado 14 enero se publicó otra misiva de contenido parecido en el diario «The Independent» de 27 premios Nobel.

«Defender» a los niños
Pero Putin sostiene que «los homosexuales serán bienvenidos en Sochi». En declaraciones hechas hace dos semanas a varias televisiones rusas y extranjeras, el jefe del Kermlin dijo que «la gente tiene diferentes orientaciones sexuales y acogeremos a todos los deportistas y visitantes sea cual fuere su orientación», pero, añadió: «dejen a los niños tranquilos».

Las organizaciones rusas de Derechos Humanos alertan sobre el hecho de que la ley que impide la propaganda homosexual es imprecisa y puede aplicarse a cualquier acto, incluso sin la participación de menores. Consideran también que el Kremlin aplica en la práctica políticas homófobas, creando un ambiente en la calle propicio a las agresiones, en algunos casos con desenlaces letales.

La semana pasada, el alcalde de Sochi, Anatoli Pajómov, que milita en la formación oficialista «Rusia Unida», advirtió a los gays y lesbianas que lleguen a la ciudad para participar o presenciar los Juegos Olímpicos que «deben respetar las leyes y no tratar de imponer sus hábitos». Pajómov dijo que en Sochi «no hay homosexuales».

Fuente: Abc.es