• La Red de Empresas por la Diversidad de la Universidad Torcuato Di Tella y la red Pride Connection Chile replicaron el modelo chileno para las organizaciones que quisieran entregar jornadas de mentoreo a su personal. 

 

Con gran éxito finalizó el programa de Mentorías Profesionales LGBTIQ+ lanzado en mayo de este año por la Red de Empresas por la Diversidad (R.E.D.) de la Universidad Torcuato Di Tella y la red Pride Connection Chile. Esta iniciativa pionera en Argentina, inspirada en los ciclos de mentoría desarrollados en Chile, concluyó su primera edición en septiembre dejando un impacto significativo en sus participantes.

Desde el 21 de marzo hasta el 11 de abril, las empresas pertenecientes a la R.E.D. Di Tella tuvieron la oportunidad de inscribirse en este innovador programa, cuyo principal objetivo fue conectar a profesionales LGBTIQ+ con mentores experimentados para promover el desarrollo de sus habilidades, superar barreras y potenciar su confianza en los entornos laborales.

 

Un enfoque transformador

El programa de mentorías, basado en un esquema «1 a 1», consistió en cinco encuentros a lo largo de seis meses. Cada dupla, compuesta por una persona mentora, con amplia experiencia corporativa, y una mentee, también de perfil corporativo y perteneciente a la diversidad sexual, trabajó de manera personalizada en temas como el fortalecimiento de habilidades profesionales, el desarrollo de liderazgos visibles y la superación de las barreras que suelen enfrentar las personas LGBTIQ+ en el mundo laboral.

A nivel personal, este programa también tuvo un impacto profundo, generando espacios de seguridad, confianza y relaciones interpersonales transparentes, que contribuyeron al desarrollo de proyectos laborales más sólidos.

Los pilares fundamentales del programa fueron el compromiso, la privacidad, el respeto y la confidencialidad, valores esenciales para crear un entorno de confianza tanto para los participantes como para las organizaciones involucradas.

En muchos casos, los propios mentores pudieron reflexionar sobre sus trayectorias profesionales y reconocer que, a lo largo de sus carreras, habían enfrentado situaciones desafiantes relacionadas con microdiscriminaciones, las cuales no visibilizaron por no contar con las herramientas necesarias en su momento.

“Replicar el modelo de mentoría LGBTIQ+ en Argentina ha sido una gran experiencia. Nos ha permitido avanzar en nuevas líneas de asesoramiento, integrar herramientas innovadoras y enriquecer nuestra visión, ya que las personas de diferentes culturas nos aportan nuevas perspectivas. Llevamos cinco años implementando este modelo en Chile, con resultados muy fructíferos. Implementarlo en Argentina, de la mano de una red consolidada como la Red de Empresas por la Diversidad, representa un aporte innovador a nuestra metodología”, destacó Emilio Maldonado, fundador y director general de Pride Connection Chile.

Por su parte, María José Sucarrat, directora de la R.E.D. Di Tella, destacó: “Para nosotros fue un placer trabajar junto a Pride Connection Chile en las mentorías LGBTIQ+ porque consideramos que es vital trabajar estrategias de visibilización tanto internas como externamente con las diferentes organizaciones, por lo que estamos muy felices en cómo resultó este programa”.

 

El testimonio de los y las participantes

 

Cristian Escobar – Mentor

Durante estas semanas, más que hablar de un rol como mentor técnico, me he dado cuenta que ha sido un camino de autodescubrimiento, de situaciones vividas que han sido significativas en mi crecimiento como profesional de la diversidad sexual y que dentro de esta misma diversidad, cada persona tiene sus características y, por ende, sus propios desafíos. Yo, como hombre gay cisgénero, no tengo la misma experiencia que una mujer trans, y es necesario visibilizar y ser concientes de estas situaciones.

Creo que el principal desafío es aumentar la conciencia acerca de los obstáculos de las personas que pertenecemos al colectivo LGBTIQ+, con fuerte foco en nuestros propios obstáculos. Hay que aumentar la luz acerca de lo que nos decimos a nosotros mismos. En este proceso de mentoría, hemos descubierto cómo está dañada nuestra autoestima y la energía que hay que utilizar para sobreponernos y salir adelante. Para muchos es un proceso individual y silencioso.

Tras haber participado de esta experiencia, creo que espacios como el programa de mentoría de la Red Di Tella y Pride Connection Chile son clave para dar espacio a las voces que están acalladas. Poner en común nuestros éxitos y fracasos nos permite aprender, a ser más sabios.

 

Paola Morbello – Mentor

Participar en este programa de mentoría LGBTQ+ representó una experiencia sumamente enriquecedora para mí, reconfirmando a través del diálogo y las experiencias, el valor de las diferentes perspectivas en cualquier equipo, ya que un ambiente inclusivo no solo hace que las personas se sientan más aceptadas, sino que también fomenta una colaboración más genuina, más creativa, y hasta diría que más alegre, y por ende, más beneficiosa, saludable, y productiva para todas las partes. Todas las personas merecemos un espacio donde podamos ser valoradas, y eso es algo en lo que profundizamos en las sesiones de la mentoría y que promuevo en mi entorno laboral.

En mi rol de mentora, ejercité empatía y adquirí nuevas habilidades de liderazgo transformador, a través del intercambio vivencial con mi mentée, lo cual me fortaleció personal y profesionalmente.

La capacitación, el material y el acompañamiento del equipo tanto de R.E.D. Di Tella como de Pride Connection Chile, así como el apoyo del equipo de EY para participar del programa, fue fundamental para llevarlo adelante en un entorno seguro y confiable que valoro profundamente. En cuanto a quienes participamos como mentor, mentora y mentee, destaco el entendimiento y apoyo mutuo, se generó un sentimiento de equipo y pertenencia muy poderoso que nos impulsa a visibilizar aún más la conciencia sobre la diversidad sexual.

Este tipo de programas de promoción de prácticas inclusivas refuerzan la importancia de defender la igualdad y la equidad en el trabajo, son clave en las carreras profesionales, en la interacción con la comunidad y en la vida misma. Me siento muy afortunada de haber sido parte de esta experiencia.

Ser mentora en un programa de mentoría LGBTQ+ puede presentar varios desafíos únicos, pero también es una oportunidad para el crecimiento personal y profesional. Hubo varios aspectos que me desafiaron y en los que me enfoqué para llevar adelante la práctica:

  • Ejercitar la capacidad de escuchar y comprender a partir de la identificación y trabajo sobre mis propios sesgos y prejuicios.
  •  Transmitir confianza. Manejar responsablemente la confidencialidad. Alinear expectativas.
  •  Colaborar en la identificación de barreras en el ámbito laboral y social y en posibles soluciones o alternativas.
  •  Identificar necesidades y poder brindar datos útiles y herramientas adecuadas.
  •  Balancear empatía y profesionalismo y cuidar nuestro bienestar emocional.
  •  Lograr que la práctica haya brindado un impacto positivo sostenible, cercano y sincero en mi mentee, tanto como me lo brindó a mí.

 Estas iniciativas son mucho más que simples encuentros; son plataformas de cambio, crecimiento y empoderamiento. A través de la mentoría, no solo compartimos conocimientos y experiencias, sino que también construimos puentes de comprensión y fortalecemos la inclusión en nuestros entornos profesionales y personales. Podemos transformar. Podemos vencer temores y fortalecernos frente a conductas discriminatorias. Podemos impulsar el desarrollo de carreras.

Estos programas también enfrentan desafíos, desde la necesidad de recursos, la convicción real del ecosistema corporativo y social, hasta la lucha contra prejuicios arraigados. Por eso es crucial que sigamos apoyándolos y promoviéndolos. Cada sesión de mentoría contiene un potencial de cambio y crecimiento hacia una cultura laboral más inclusiva, equitativa y vibrante, y representa una inversión para un presente y un futuro de igualdad de oportunidades para todas las personas.

 

Silvio Suárez – Mentor

Lo que más me llevo de este programa es la oportunidad de ver el crecimiento y la transformación de mi mentee. Es inspirador ver cómo, con la orientación adecuada y un espacio seguro para explorar sus ideas, ganó confianza y desarrolló una visión más clara de sus objetivos. Además, he aprendido tanto de él como él de mí; este intercambio de experiencias y aprendizajes ha sido invaluable.”

Uno de los mayores desafíos que he notado es la lucha interna que muchas personas tienen con el síndrome del impostor o la falta de confianza en sus propias capacidades. En ocasiones, los mentees no se dan cuenta del potencial que tienen y se subestiman. Otro reto es la falta de recursos o redes de apoyo adecuadas para continuar su desarrollo profesional o personal una vez que el programa concluye. Es fundamental seguir acompañando a las personas después del programa.

Los programas de mentoría LGBTIQ+ son esenciales porque crean puentes entre generaciones y entre personas con diferentes experiencias, lo que enriquece a ambas partes. No solo apoyan el crecimiento individual, sino que también fomentan comunidades más fuertes y colaborativas. Si queremos una sociedad donde las personas puedan alcanzar su máximo potencial, es crucial seguir impulsando estos espacios de apoyo y aprendizaje mutuo.

 

Gustavo del Castillo – Mentee

Las principales percepciones fue haber conocido una persona maravillosa con la que tenemos tanto en común como Paola, mi mentora; ver que tuvimos recorridos parecidos y nos percatamos de muchas situaciones que normalizamos, pero ocultaba micro discriminaciones o agresiones.

 Los principales desafíos son la micro discriminación que a diario se da, el aislamiento en los grupos de trabajo, sobre todo en aquellos sectores donde más se margina a las personas de la comunidad (por ej, en los sectores operativos). Otro punto es la falta de educación sobre muchas temáticas relacionadas con la comunidad, que alimentan lo mencionado anteriormente.

 A todas las personas de la comunidad que se quieran sumar a futuros programas, se los recomiendo dado que es una instancia de mucho aprendizaje. En el camino se pueden tocar temas sensibles o que uno no visualizaba en su día a día, pero que son necesarios para poder ser agentes de cambio en nuestras organizaciones.

Con la conclusión de este ciclo, el programa de mentorías LGBTIQ+ reafirma su compromiso con la diversidad y la inclusión en el ámbito empresarial, consolidando un espacio seguro y de crecimiento para todos sus participantes. La convocatoria para nuevas empresas y participantes de la R.E.D. Di Tella estará abierta nuevamente en marzo de 2025.