Santiago, 8 de septiembre de 2011
En Fundación =Iguales prensamos que las palabras del cardenal Medina, en su carta al Presidente de la República, provienen de una tradición eclesiástica normativa y no fundada en el amor, una tradición que ha resultado odiosa, discriminadora y humillante para gran parte de la humanidad, desde las mujeres hasta los homosexuales, pasando por todos aquellos que pertenecen a diferentes credos y etnias.
En un sentido contrario a la literalidad que propugna el cardenal, las escrituras deben ser interpretadas desde el espíritu de amor y de solidaridad. Porque claramente los juicios que en ellas aparecen respecto de la sexualidad en general y a la homosexualidad en particular están teñidos por los prejuicios de la época. Es cosa de pensar en los juicios que se hacen sobre la mujer.
Los escándalos sexuales al interior de la Iglesia Católica han dejado de manifiesto que la jerarquía no tiene piso moral para darle clases de sexualidad a nadie. Es más, los mismos escándalos nos llevan a pensar que la verdadera felicidad también se funda en la realización de las personas mediante su sexualidad, una que nace de la esencia de cada ser humano y que no puede ser negada ni postergada.
La jerarquía eclesiástica a la que pertenece el cardenal Medina podrá instruir al clero para que predique su modo de ver la sexualidad, pero no tiene derecho a imponer esa mirada al resto de la ciudadanía. Las amenazas del cardenal se parecen mucho a las que se esgrimieron con ocasión de la ley de matrimonio civil, la aprobación de la píldora anticonceptiva, la nueva ley de filiación y la ley de divorcio.
Estas declaraciones del cardenal Medina son una clara incitación al odio en contra de la diversidad sexual y de las parejas heterosexuales que prefieren convivir y no casarse, demostrando una vez más que la jerarquía está cada vez más desconectada de la realidad que viven sus feligreses.
Por último, creemos que brindarles dignidad a todas las clases de familia redundará en un enriquecimiento de la sociedad. La diversidad es para Chile una virtud y no una amenaza.
Directorio Fundación =Iguales
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