¿Quién es Francisco Emilio?
Soy Francisco Emilio Cerpa, más conocido como Pancho Emilio para los/as amigo/as. Soy un hombre trans de 25 años. Estoy en mi último año de Psicología. Se supone que ocupo mi tiempo en estudiar, pero me dedico especialmente a la coordinación de Iguales Biobío. Vivo en la ciudad de Los Ángeles, en la VIII región. Paso la mayor parte del tiempo en buses para las actividades de la fundación.
¿Por qué estás en Iguales?
Cuenta la leyenda que llegué a Iguales hace seis años. Son los mismos años que tiene la fundación. Comencé a hacer activismo en 2009 en otra organización y de a poco empecé llegué acá. Mi historia podía sensibilizar y educar a una población llena de prejuicios. Eso me motivó a ser activista. Aquí no habían más personas trans. Desde dentro puedo educar a la organización y empoderar las identidades trans.
¿Con qué país sueñas?
Sueño con un país que respete, reconozca y entregue los mismos derechos a todas las personas. Sueño con un país que tenga una Ley de Identidad de Género que reconozca a niñas, niños y adolescentes. Sueño con una sociedad que se haga parte de la lucha trans, que la misma comunidad misma la sienta propia, pues muchsas veces ha sido marginada y olvidada. Sueño con matrimonio igualitario con derechos filiativos y personas libres e iguales en derechos.
Si te tuvieras que definir, ¿qué dirías de ti?
La gente no creería que soy una persona estructurada, maniática y responsable. Uso agenda porque lo olvido todo y odio llegar tarde. Me gusta que la gente se ría. Hablo payasadas y bailo sin sentido. Trato de tocar el ukelele. Tengo mal genio y mañas por montón. Me encanta conversar y cambiar el mundo en los carretes. Amo el libro El Principito y tengo un tatuaje. Tengo una Akita que se llama Dakota, está viejita y tiene una oreja caída. Siento amor/odio por ser trans y cuando muera quiero que me canten Run run se fue pal norte de Violeta Parra.
¿Es más complejo hacer activismo desde la Región del Biobío?
Estamos en un país centralizado. Las regiones han sido olvidadas y poco reconocidas en materia de diversidad sexual e identidad de género. Estamos en una región con mucha ruralidad, estos temas se tocan menos y con más prejuicios. Además, cuesta mucho llegar a todas partes, por las distancias. Ser activista y ser trans en la región es un tema, ya que son muy pocas las personas trans visibles. Es complejo educar y alejarnos del ciscentrismo y el binarismo social que existe, incluso dentro de la diversidad sexual.