Karina Araya y Mitzi Negrón fueron golpeadas brutalmente durante la madrugada del 31 de diciembre de 2015. El agresor fue un vecino que ingresó a su casa mientras dormían.
Un cobarde y brutal ataque recibieron Karina Araya y Mitzi Negrón el pasado 31 de diciembre. Mientras ambas mujeres dormían uno de sus vecinos ingresó a su hogar y sin mediar provocación comenzó a golpearlas por su orientación sexual.
Mitzi recibió reiterados golpes de puños en su rostro, los que le significaron la fractura de su nariz, mientras que Karina fue pateada en el rostro por este hombre, terminando con su mandíbula fracturada en dos partes, contusiones y moretones en distintas partes del cuerpo. Las lesiones fueron debidamente constatadas en la Posta Central, ante funcionarios de la 1° Comisaría de Santiago.
Este miércoles 20 de enero la pareja asistió a una audiencia en la Fiscalía Centro Norte a cargo de su causa. En la cita prestaron declaración y entregaron los antecedentes de testigos/as que aportaron detalles de la agresión que sufrieron por parte de José Miguel Candia Mellado, quien es sindicado como responsable de las lesiones y tiene orden de ser investigado desde el 6 de enero pasado.
Actualmente, Mitzi y Karina tienen una medida precautoria que contempla rondas periódicas a su hogar. Sin embargo, Karina asegura que no se están realizando: “hasta ahora no las han hecho. Hoy tenemos miedo por nuestras vidas, él está suelto y puede dar con nosotras en cualquier momento. Exigimos que se haga justicia y que este tipo de hechos no queden impunes, ya que afectan tanto la integridad física como emocional”, dijo.
El próximo 19 de febrero deben asistir al Servicio Médico Legal para que este organismo analice la magnitud del daño sufrido durante la golpiza.
Para Daniela Santana, directora legislativa de Fundación Iguales, “es necesario que las situaciones de violencia contra las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (LGBTI) se denuncien. No pueden pasar desapercibidas, ni se puede normalizar ningún tipo de violencia, ni física, ni verbal”.
El llamado a la denuncia que hace Santana responde a una lamentable normalización por parte de la comunidad LGBTI en cuanto a la violencia que sufren, sobre todo en lo que se refiere a la violencia verbal.