Texto: La Segunda / Foto: The Guardian
Lo positivo: Será «un desmentido normativo poderoso respecto de criterios sociales de discriminación». Los déficit de la propuesta del Gobierno: «La pareja no configurará estado civil (…) no hay referencia a los derechos de filiación». Lo indispensable: Que se celebre «ante el oficial del Registro Civil».
Después del discurso presidencial del 21 de mayo pasado, el abogado penalista Antonio Bascuñán fue uno de los que decidieron tomar acciones cuando no escuchó referencia alguna a la creación de un estatuto jurídico que normara las relaciones de parejas homosexuales. Al poco tiempo se sumaba a la idea del escritor Pablo Simonetti y de Luis Larraín -el emblemático rostro de la campaña de Sebastián Piñera que arremetió con este tema en la agenda pública- de canalizar en alguna entidad el objetivo de promover una «igualdad de derechos para hacer posible la diversidad de las personas».
Fundación =Iguales fue el camino elegido, su estreno en la acción fue en la marcha del orgullo gay en junio, con el llamado a materializar el «matrimonio igualitario», como «modo de realización del principio de igualdad» que propugnan.
A días de que la próxima semana el Gobierno anuncie oficialmente el Acuerdo de Vida en Pareja -aterrizando así el compromiso presidencial-, el abogado sintetiza qué esperan de este anuncio y cuáles son los déficit que desde ya anticipan. No en vano el trío Larraín-Simonetti-Bascuñán ha sido visto más de una vez en La Moneda, en reuniones con la poderosa asesora del segundo piso, María Luisa Brahm.
«Nos han mostrado una minuta… insuficiente»
Bascuñán reconoce que en el diálogo con el gobierno sólo han visto una minuta «cuya estructura y temática reflejan que hubo un trabajo serio, independientemente de que considere que es insuficiente».
Valora eso sí que con esta Ley que se tramitará será «un desmentido normativo poderoso respecto de criterios sociales de discriminación».
-¿Qué mínimo tiene que contemplar esta fórmula jurídica?
-La Fundación considera que debe haber matrimonio igualitario, pues el compromiso es con la igualdad plena. Cualquier institución por debajo tiene un déficit.
-¿Dado que éste es el rayado de cancha del Gobierno, cómo evalúan lo que les han mostrado?
-El contexto de la propuesta está vinculado a dos factores en tensión, que se evidenciarán en la discusión legislativa: El primero es que está dispuesto al reconocimiento afectivo, pero no a la plena igualdad, al matrimonio. ¿Cuánto reconocimiento hay y cuán matrimonial es éste? El segundo: Es una oferta común para parejas heterosexuales que no desean casarse -y quizás desean una regulación leve- y para aquellas del mismo sexo que están excluidos del matrimonio, y lo que quisieran es lo más parecido a esta institución.