Miércoles 26 de octubre de 2011
“Tengo algo que decir, soy…” fue título del encuentro que organizó Queer UC donde se reunieron Pablo Simonetti, Daniela del Campo, Valentina Verbal y Andrés Rivera. Ellos compartieron sus experiencias de cómo enfrentaron el mundo cuando decidieron definirse. Sacrificaron trabajos, contactos con amigos y algunos sus familias. Todo para poder ser ellos mismos.
por Tomás Gutiérrez
Equipo de comunicaciones =Iguales
El foro reunió a más de 100 personas en una sala de la facultad de Ingenería en el campus San Joaquín de la U. Católica. Estudiantes e incluso algunos ex alumnos pudieron ser testigos de los relatos de las experiencias de los invitados en el foro que organizó Queer UC. Este grupo busca a través de iniciativas como ésta discutir y reflexionar sobre temáticas relacionadas a la diversidad sexual.
Daniela del Campo, abogada, directora de =Iguales y coordinadora de la comisión de educación, contó que admitir que era lesbiana fue un proceso complicado: “Fue muy difícil, era muy rebelde, porque todo me era muy complejo. Cuando le conté a mis padres fue tremendo, no entendían nada de lo que estaba pasando”.
Sin embargo, tras salir en una portada de un medio de comunicación hablando sobre matrimonio homosexual, recibió felicitaciones. No sólo del círculo cercano, sino que también de gente externa a su círculo íntimo: “Recibí puros comentarios maravillosos, qué valiente, te felicitamos, etc. Desde ese momento me validé y sentí mucha más libertad con mi orientación sexual”.
“A veces sucede que uno tiene ganas de ponerse la ropa de la mamá cuando se está solo”, dice Valentina Verbal, coordinadora de la comisión trans en =Iguales, recalca que no está mal. “Hay un sentimiento de pecado, sobre todo cuando se es de familia católica. Pero luego me di cuenta que no era malo y que había mucha gente con historias similares a la mía” comentó Valentina a los espectadores.
Está reconocido por estudios de psiquiatría que una persona transexual es una persona enferma. Es por eso que está patologizado y es necesario presentar dos certificados siquiátricos para poder cambiar su sexo en el carnet. En ese sentido, Valentina expresó la necesidad de que se reconozca el derecho a la identidad de género: “es necesario legislar al respecto, y cambiar el paradigma porque no es una enfermedad. Formamos parte de la diversidad humana, así como hay etnias diferentes.”
Pablo Simonetti a partir de los trece años ya tenía conciencia de que era diferente a los demás hombres. Pasó sus 6 años de Ingenería en la UC viviendo de forma disimulada. Hoy es escritor y presidente de Fundación =Iguales y reconoce su homosexualidad abiertamente. “Hubo un momento donde Chile era muy segmentado socialmente, pero gracias a ciertos movimientos sociales, ha surgido la posibilidad de integrarse. No todos tenemos que ser de la misma clase social o del mismo pensamiento” comentó refiriéndose a la realidad social del país.
Andrés Rivera, trabajó y juntó dinero, y decidió asumirse como hombre cuando ya tuvo un “colchón económico”. En su generación fue considerado como el mejor alumno de la carrera de párvulos, donde se tituló como María Georgina. Cuando se asumió perdió su trabajo en la universidad y proyectos de investigación, todo por haberse asumido. Tuvo una pésima situación económica.
Pero es positivo, porque dice que puedo ser feliz: “Todo el mundo se enteró a una misma hora en un mismo día, porque aparecí en un programa de televisión. Supe donde estaba la cizaña, porque conocí realmente quienes eran quienes estaban a mi lado, y me dejó el camino super libre”.
Christian Catalán, presidente de Queer UC, comentó que realizaron este foro para abordar las temáticas que tienen que ver con la diversidad sexual. Sin embargo admite que existen ciertos reparos en la universidad sobre el tema: “Rectoría no se ha pronunciado al respecto, pero sabemos por ejemplo que el director de College, Tomás Chuaqui, para otro foro exigió personas con doctorado o postgrados, o de su confianza como expositores. Pero al final no intervino”