La comisión mixta que discute el proyecto de ley de identidad de género -ingresado hace más de cinco años al Congreso- estableció que si bien las personas trans que estén casadas podrán solicitar su cambio de nombre y de sexo registral, éste tendrá como efecto la disolución de su matrimonio, aun cuando la pareja quiera conservar su vínculo.

 

Aquellas personas trans que quieran realizar un cambio de nombre y sexo registral en su partida de nacimiento, deberán disolver su vínculo y sus causas serán tramitadas a través de un tribunal de familia. Así lo decidió ayer la comisión mixta que actualmente discute el proyecto, por unanimidad.

 

Para el presidente ejecutivo de Iguales, Juan Enrique Pi, la decisión de los parlamentarios vulnera los derechos de las personas trans. “Esta decisión es lamentable, porque significa que cuando una persona trans recupere su identidad a través del reconocimiento de su género, perderá su identidad familiar a través de la terminación de su matrimonio, aún contra la voluntad de la pareja. Con esto, se vuelve a vulnerar la identidad de las personas”, dijo Pi.