jueves 12 de julio de 2012
Esta ley es un piso sobre el cual trabajar para desarrollar políticas públicas en contra de la discriminación y afianzar una convivencia más igualitaria.
Hoy se promulgó en el Palacio de la Moneda la Ley Antidiscriminación, un proyecto que estuvo en trámite en el parlamento durante siete años y que a partir de hoy entrega un marco legal de protección para las personas que sufran actos discriminatorios.
Esta es una ley ciudadana, nacida del trabajo de organizaciones y personas de la sociedad civil desde su concepción hasta su aprobación final. En cada una de sus etapas, la ley contó con el apoyo de parlamentarios y personeros de gobierno, a quienes agradecemos, pero el verdadero empuje para sacarla adelante provino de las organizaciones sociales y su convencimiento de que hacía falta un instrumento como este para afianzar el respeto a la igualdad y la no discriminación.
Mediante esta ley se reconoce la existencia de una realidad discriminatoria que hasta ahora el Estado había ignorado. Ahora es necesario complementar este primer paso con el desarrollo de políticas públicas concretas, tarea a la que ya están dedicadas Fundación Iguales y el resto de las organizaciones de la diversidad. Necesitamos políticas en educación, en difusión, en justicia, en salud, en seguridad, de parte de los ministerios e instituciones centralizadas del Estado, como de parte de las municipalidades.
Desde hoy, cada persona en Chile cuenta con un instrumento específico para garantizar el ejercicio de sus derechos fundamentales, protegiéndola de la discriminación por raza o etnia, sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, enfermedad o discapacidad, nacionalidad, situación socioeconómica, idioma, ideología u opinión política, religión o creencia, sindicación o participación en organizaciones gremiales o la falta de ellas, estado civil, filiación y apariencia personal, entre otras categorías sospechosas.
Con el fin de que este marco legal no sea solamente simbólico es que hacemos un llamado a los chilenos y chilenas a hacer suyo el espíritu de esta ley, abrazando la riqueza de la diversidad. A lograr juntos que la igualdad ya no sea más el punto de llegada de nuestra convivencia, sino el de partida.
Fundación =Iguales